Tratamiento del Dolor

Cada persona percibe el dolor de forma diferente.

El DOLOR no es solo una «sensación».  La percepción del dolor se integra por componentes objetivos, como una lesión, y emocionales o subjetivos. 

Tiene su parte positiva, es una herramienta esencial para sobrevivir: nos avisa de la presencia de estímulos lesivos.

A veces incluso puede aparecer sin una causa orgánica que lo justifique… ¿por qué?

     «Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con una lesión  real o potencial»

‘Pain Terms’, 1979.

El dolor cronificado

 El dolor es una respuesta del organismo al activarse los receptores por medio de una lesión directa o estimulados por  fenómenos inflamatorios, infecciosos o isquémicos.

Muchas sustancias intervienen en este proceso: histamina, serotonina, prostaglandinas, bradiquinina…

Se genera una señal eléctrica que es transportada al sistema nervioso central donde se interpreta y es «modulada» para producir la respuesta adecuada.

El cerebro puede aprender y adaptarse al dolor: esto se llama NEUROPLASTICIDAD.  Sin embargo, este aprendizaje puede ser  desadaptativo. Por ejemplo, la persistencia del dolor cuando el estímulo ya ha desaparecido. 

Esto explica la presencia de dolores crónicos rebeldes al tratamiento habitual. 

Ejemplo de neuroplasticidad desadaptativa. 

El dolor relacionado con la inflamación es un dolor reactivo al proceso de regeneración que se inicia con la inflamación. Este es el dolor NOCICEPTIVO. Cuando la sensación de dolor persiste en el tiempo, no responde a tratamientos habituales y fluctúa, llegando a no poder relacionarse con un origen orgánico, se denomina NEUROPÁTICO. Es decir está originado en una disfunción de las vías neurológicas del dolor. 

Tipos de dolor:

Agudo: 

  • Cefalea
  • Dolor postquirúrgico
  • Bruxismo
  • Dolor abdominal
  • Dismenorrea (menstruación)

Neuropático:

  • Lumbalgia y Ciática
  • Neuralgias
  • Artralgias
  • Miembro fantasma
  • Síndrome de Dolor Regional Complejo

Central:

  • Fibromialgia
  • Fatiga crónica
  • Sensibilización central

El tratamiento mediante neuromodulación no invasiva permite modificar las cascadas  neuronales mejorando o normalizando las vías moduladoras del dolor que se han alterado.

Los  beneficios de la Neuromodulación no invasiva en el dolor agudo a crónico son: 

  • Mejora el dolor
  • Mejora la calidad del sueño
  • Disminuye la ansiedad asociada al dolor
  • Acelera la recuperación de los tejidos